La radiofrecuencia es una técnica no invasiva enfocada a la estimulación de la producción de colágeno. Esto se consigue mediante la aplicación de ondas electromagnéticas que penetran las capas de la dermis, elevando la temperatura. El incremento en los niveles de colágeno otorga tensión en el área tratada, lo que se traduce en una disminución de la flacidez y rejuvenecimiento de la zona en cuestión. Además, favorece la circulación de la piel y la eliminación de toxinas. La radiofrecuencia es capaz de mejorar notablemente el aspecto de nuestro rostro. Su popularidad reside en dos grandes ventajas:
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Es completamente indolora: al contrario de otras técnicas, el tratamiento de radiofrecuencia tiene un efecto relajante. El efecto calor de las ondas y los movimientos que se realizan sobre la superficie de la piel sumerge al paciente en un estado de tranquilidad muy placentero.
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Se puede realizar en cualquier momento del año: aunque hay ciertos tratamientos, como el peeling, que no pueden llevarse a cabo en los meses de verano, la radiofrecuencia se puede realizar incluso en pleno agosto ya que no es fotosensibilizante.